Por Agencia EFE
Buenos Aires - Una anciana de 82 años y un joven de 24 se casaron hoy en un registro civil de la ciudad argentina de Santa Fe, donde aseguraron haber sellado un "gran amor" y negaron que intereses económicos se escondan detrás del matrimonio.
Reinaldo Waveqche y Adelfa Volpes dieron su "sí" rodeados de amigos y familiares y en medio de un revuelo de cámaras y periodistas atraídos por la peculiaridad de su historia.
"Estoy muy contenta, feliz. Todo fue muy bien. Qué más se puede pedir. Es una satisfacción muy grande poder tener un compañero así. Reinaldo es un ser maravilloso, muy bueno, amable y educado. Es todo. Yo lo conozco desde que nació, lo vi crecer", dijo a la prensa Adelfa, soltera hasta hoy, sin hijos y jubilada.
De tacos altos, la novia lucía un vestido azul, con brillos, y un tapado de piel, mientras que el novio, enfundado en un traje oscuro, llevaba anteojos ahumados.
Reinaldo, quien aseguró que siempre le gustaron "las mujeres maduras", dijo que lo suyo con Adelfa "nació en base al respeto y los momentos compartidos". "Nunca nos importó la diferencia de edad", afirmó.
La pareja convive desde que falleció la madre de Reinaldo y Adelfa, amiga de la mujer fallecida, le ofreció vivir juntos cuando Waveqche "era sólo un niño".
"Era pequeño, sólo un niño, tenía 15 años, pero desde el primer día de convivencia nos complementamos muy bien", dijo Adelfa, quien relató que luego la relación comenzó a tomar "otro color".
"Un día me sinceré con él y le propuse que cambiáramos las cosas", declaró a la prensa local la mujer, que desde hace seis años estaba de novia con el joven.
"Nos pusimos muy contentos con los comentarios que apoyan nuestra decisión y no entendemos algunos otros que sobrepasan los límites de la perversión. Yo entiendo que la gente es mal pensada y cree que quiero quedarme con su dinero, pero a todos ellos les digo que yo amo a mi novia", aseguró por su parte Reinaldo, desempleado, feliz porque conocerá Río de Janeiro en la luna de miel.
El joven aseguró que lo que lo une a Adelfa "es el amor y nada mas" y "no hay intereses materiales de por medio" en su matrimonio con la anciana, quien ya le había cedido todos sus bienes al novio a través de una donación.
"Yo la amo y es lo único que tengo en mi vida, en mi mundo y es la persona que elegí", declaró Reinaldo.
La pareja se unió por lo civil pero optó no casarse por la Iglesia, ya que la octogenaria dijo que se sentiría "ridícula" ante esa situación.
sábado, 29 de septiembre de 2007
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