viernes, 19 de octubre de 2007

El futuro tronchado de mi amiguito Chaguito, el manicero



Por razones legales MI PERIODIKO omitirá el nombre verdadero, la foto de la persona a la cual nos referimos saldrá distorsionada en este reportaje ya que hablamos de un menor

La figura escuálida y desnutrida de Chago Poll, recorre diariamente las calles de diversos sectores de la capital, mientras su voz débil pregona la venta de maní tostado en una ponchera que lleva encima de su cabeza, el babunuco su fiel compañero de viajes y secreto le aliviana el peso y lo ayuda a equilibrar la ponchera.

Para el, el apellido poco importa porque pese a tener solo nueve años su vida esta marcada por el abuso, el abandono, la miseria, la explotación y el desamor.

El paradero de su madre lo ignora, mientras menciona a su padre con una voz que parece salir de lo más profundo de un alma vacía.

Con la mirada en el infinito y una tristeza lacerante, el niño relata que diariamente su padre le prepara el maní que lo obliga a recorrer kilómetros hasta vender la ultima fundita del producto, previamente contado por su progenitor.

Cuenta que el dinero producido por la venta debe llegar completo a la casa porque de lo contrario a Chaguito le dan una pela. Sin embargo, generalmente solo recibe como compensación algún pan con mantequilla, arroz blanco con huevo o un poco de chocolate, porque el dinero que genera su trabajo es empleado para comprar el alcohol que diariamente ingiere su padre.

Así discurre la vida de Chaguito, uno de los cientos de niños haitianos que pululan por las calles de Santo Domingo, en busca del sustento de su familia. Un hijo de la vida, de piel negra y pelo malo que por desgracia nació en Haití y cruzo la frontera en los brazos de su madre cuando apenas tenia días de nacido.

Vive en el poblado de Guerra, en una destartalada vivienda, sin amigos, hermanos ni fortuna, a este niño solo le acompaña la maldita desgracia de tener que vivir hacinado en un batey, donde la salud no existe y la violencia campea a sus anchas.

La irresponsabilidad de sus padres lo privo del derecho a reír y gritar como niño, de la ilusión de Reyes Magos, de estudiar y jugar en su tiempo libre, de enfermarse y ser sanado, pero más que nada de ser un niño comprendido y amado.


miércoles, 10 de octubre de 2007

Dios anda suelto y mangueó a Freddy Beras


Parece que Dios anda suelto por los medios artísticos y agarró por el pichirrí a Freddy sin la intención de soltarlo. Lo quiere para el, para que su alma se salve. Se lo arrebató de las manos al enemigo que lo tenía confundido por mucho tiempo, al punto de cometer la estupidez de ponerse de malcriado con el Creador.

Jehová mangueó a Freddy Beras Goico, aquel hombre de sonrisa ancha que por muchos años ha llevado alegría, salud y tranquilidad a muchos hogares dominicanos. Nunca imaginé ver al querido gordo pedirle perdón al ser Supremo y hoy en día reconocer que hay alguien más grande que los hombres que nos domina y que nos ama.

Lástima que no fue antes que Dios te tocara y que tu programa de televisión sea el canal para llevar la palabra de Cristo a los hogares dominicanos que tanto lo necesitan. Veinte o treinta años atrás nunca imaginaría verte arrodillado ante el Señor. El Padre celestial te tumbó el pulso Freddy, y te lo tumbó para bien tuyo y de tu familia, pero más, para el bien de los miles de seguidores que a diario ven tu programa de televisión. Eres un testimonio de vida y sanción.

Lo que a pasado contigo no lo puedo creer, ahora veo a un hombre nuevo, renovado, a un hombre mas espiritual, lleno de vida. Nunca entendiste Freddy que Dios no discute, y lo llegaste a desafiar varias veces por las paradojas de la vida y también fruto de tu ignorancia.

Dios anda suelto y mangueó también a otros artistas como: Juan Luis Guerra y Felipe Polanco, quienes entendieron que la fama y el dinero no lo es todo en la vida, que los vacíos espirituales no lo llena la fama ni mucho menos el dinero, que solo Dios puede llenar ese espacio que no lo llena la vida fuera de Cristo.

Antes para mi era más fácil ver la estatua del Cristóbal Colón de la zona colonial, bajar el dedo, que a Freddy Beras en el camino de la vida que es el camino de Cristo Jesús. ¡Que lastima que no fue antes! Dios te ha mangueado y no te va a soltar y te ha enseñado que el no discute y que el hace las cosas cuando le parezca no cuando el hombre quiera.

Contigo el pueblo aprendió que por mas tercos que sean los hombres con Dios el siempre termina ganando el pleito. No basta con ser un filántropo, hay algo mas allá de la filantropía que muchas veces no entendemos.